Durante miles de siglos y en diferentes culturas, el pez volador se ha entendido como un símbolo de búsqueda, de libertad y de superación. Es un animal singular que nada y vuela, que se adentra en las aguas y atraviesa el aire reflejando la posibilidad de esperanza. Su tránsito se ha entendido como un viaje observacional a través de la naturaleza, pero poco a poco la incidencia del ser humano y la tecnología se hacen más presentes, transformando y alterando el entorno…